El miedo infantil y sus ventajas perversas
El miedo frena algunas conductas. Lo utilizamos como recurso rápido para controlar el comportamiento inapropiado, y funciona, pero tiene consecuencias.
El miedo frena algunas conductas. Lo utilizamos como recurso rápido para controlar el comportamiento inapropiado, y funciona, pero tiene consecuencias.
Es posible construir climas interpersonales favorables al bienestar, aprendiendo actitudes que sustituyan las que nos hacen sufrir. Esto depende de nosotros y, si creemos que no lo tenemos, deberíamos trabajar para conseguirlo.
Algunos miedos pueden parecer sorpresivos y hasta ridículos para un adulto, pero también pueden convertirse en episodios perturbadores, tanto para los niños como para sus padres o cuidadores.
El rol de padres es una tarea a tiempo completo que, sólo podemos desempeñar a tiempo parcial. Por eso, debemos recurrir a estrategias que nos den el mayor retorno de inversión de nuestro tiempo sin dejar de ser eficientes en la crianza y cuidado de nuestros pequeños.