El miedo infantil y sus ventajas perversas
El miedo frena algunas conductas. Lo utilizamos como recurso rápido para controlar el comportamiento inapropiado, y funciona, pero tiene consecuencias.
Has llegado hasta aquí porque te preocupan tus niños, igual que a mí.
Estoy convencida de que la inteligencia emocional y el pensamiento crítico deben formar parte de la formación de nuestros niños. En esa etapa, se tejen los sistemas de defensa sanos, la autoestima, los valores y las herramientas con las que se enfrentarán al mundo cuando ya no estemos.
El amor es una acción, no un sentimiento. Amar a alguien sirve poco si ese amor no se materializa en acciones. Si queremos verlos crecer sanos, felices y exitosos, debemos emplear una crianza proactiva.
Sus temores, inquietudes y necesidades emocionales deben ser entendidas y atendidas.
El miedo frena algunas conductas. Lo utilizamos como recurso rápido para controlar el comportamiento inapropiado, y funciona, pero tiene consecuencias.
Es posible construir climas interpersonales favorables al bienestar, aprendiendo actitudes que sustituyan las que nos hacen sufrir. Esto depende de nosotros y, si creemos que no lo tenemos, deberíamos trabajar para conseguirlo.
Algunos miedos pueden parecer sorpresivos y hasta ridículos para un adulto, pero también pueden convertirse en episodios perturbadores, tanto para los niños como para sus padres o cuidadores.